Bajo una seta, en una tarde de otoño, Rat y Onin, charlan de las cosas que les gustan. ¿Te imaginas sobre qué pueden hablar dos alegres y juguetones ratoncitos de campo? Imagina, imagina… porque no solo les preocupa el queso, el gato, o el ser humano. Les encanta jugar, descubrir y soñar con lo desconocido.