Iglesia principal de la ciudad, fue levantada en el siglo XII por orden de Ramón Berenguer IV en honor a su esposa Doña Petronila, ocupando el lugar en el que antiguamente se levantaba la mezquita árabe.
Su estructura inicial respondía a las características del románico, aunque con el tiempo estas se han ido diluyendo con otros estilos como el gótico, el renacentista o el barroco.
Gran importancia recae tanto en sus capiteles, representación de la lucha del bien contra el mal, como en su alta torre, que se alza como guía sobre toda la ciudad.