Durante siglos la agricultura ha sido el motor de la ciudad, la producción de fruta de calidad ha diferenciado esta tierra, que ha visto en esta materia prima la base de sus platos típicos, especialmente en los dulces como son el pan de higos o el Coc, este último elaborado con membrillo y que tiene en su haber la "C" de Calidad que otorga el Gobierno de Aragón.