Hay un viaje que toda persona hace: la vida. En cada vida soplan vientos muy diferentes que empujan al viajero en direcciones, a veces, contradictorias. Por eso es imprescindible llevar siempre a mano, una veleta, una brújula, calcetines de repuesto y algo dulce por si nos flaquea el entusiasmo. Consejo: perderse cuando sea posible por rutas imprecisas, esas que invitan al asombro.
Para público adulto. Duración 1hora.