Fraga despidió ayer las Fiestas del Pilar. Y lo hizo con actos tan destacados y tradicionales como la ofrenda de flores a la Virgen, el descenso de Galeres, una actuación de la orquesta Nueva Alaska y el castillo de fuegos artificiales.
La ofrenda volvió a reunir a centenares de fragatinos en la Iglesia de San Pedro. La rondalla de Peña Fragatina fue la encargada de acompañar la homilía en la que autoridades, representantes fragatinas mayores e infantiles, peñeros mayores y representantes de la Guardia Civil ocupaban los primeros bancos.
Amenizó la última tarde festiva la orquesta Nueva Alaska con una actuación que aunque fue trasladada al Pabellón del Sotet ante la amenaza de lluvia, consiguió atraer a más de mil personas.
El broche final lo puso, como es habitual, el espectacular castillo de fuegos artificiales que se lanzaba desde el Parque Fluvial.