La Ciudad de Fraga contará durante el ejercicio 2014 con un Consejo de la Infancia y la Adolescencia en el que participarán niños de 8 a 16 años. Así lo ha indicado hoy la concejal delegada de Educación Sofía Barco tras el encuentro que, dentro de las gestiones que permitirán alcanzar dicho objetivo, ha mantenido hoy con directores de los centros de Infantil, Primaria y Secundaria de la Ciudad. Con ello, se dará voz a los niños y adolescentes de la Ciudad para que enriquezcan las políticas municipales con sus opiniones y sugerencias. La Convención Internacional de Derechos del Niño, y así lo recuerda la concejal Sofía Barco, fija en su artículo 12 que los estados que la han ratificado deben establecer medios para que los más pequeños estén “en condiciones de formarse un juicio propio” para expresar su opinión en los asuntos que les afecten. Dichas opiniones deberán ser tenidas en cuenta debidamente “en función de la edad y madurez del niño”. España ratificó esta Convención hace 25 años. “Estamos siguiendo los pasos que nos marca la Dirección General de Participación Ciudadana del Gobierno de Aragón. Participarán niños de 8 a 16 años. Es una manera de que se impliquen y participen en la ciudad en la que viven con su trabajo y sus ideas”.
La creación de este Consejo forma parte del conjunto de actuaciones que debe permitir convertir la Ciudad de Fraga en Ciudad Amiga de la Infancia. De momento, el municipio mantiene ya un convenio de colaboración con Unicef y la Escuela Municipal de Educación Infantil Xiquets ha recibido la distinción que la identifica como Escuela Amiga de la Infancia. La intención, explica Barco, es continuar avanzando en ese proceso: “Hay más ciudades en la provincia que están en el trabajo de alcanzar este objetivo. No es un proceso fácil, pero a parte del reconocimiento, lo más importante es implicar a los niños y a los jóvenes. Vamos a encontrar futuros líderes y vamos a formar, y quiero remarcar eso, mejores ciudadanos. Hoy, lo sabemos todos, hay una importante desafección derivada de muchos motivos que es especialmente palpable entre los más jóvenes. Eso debe cambiar y nosotros lo intentamos con procesos como éste. Cuantos más ciudadanos libres consigamos formar, mucho mejor para la comunidad. Por eso nos implicamos en este proceso: es un bien que dejaremos para el futuro de nuestra Ciudad”.
El reconocimiento de Ciudad Amiga de la Infancia implica que el municipio que recibe tal distinción reconoce y es valedor de los derechos de la infancia y convierte a los pequeños que residen en la localidad en sujetos activos de sus derechos mediante la creación de un Consejo como el que se plantea. En dicho Consejo, los niños y adolescentes podrán opinar sobre las cuestiones que consideren y plantear sugerencias. En los próximos meses, los diferentes centros educativos de la Ciudad activarán talleres de participación que desembocarán en propuestas concretas. La intención es completar todo el proceso antes de fin de año.