La Avenida de Madrid, principal arteria del Barrio Las Afueras junto a la Avenida Aragón, se abrirá completamente al tráfico esta semana tras la finalización de las labores de asfaltado y pintado de señalización vial en la rotonda que la conecta con el puente grande. La apertura debía haberse producido días antes, pero las lluvias intermitentes de la semana pasada y la anterior y las filtraciones que registraba una tubería de agua potable situada en la zona de la rotonda anegaron el área generando blandones en el asfalto que se había tendido. Francisco García, concejal delegado de Urbanismo, explica los motivos del retraso, pide disculpas a la población e informa sobre los plazos de la obra. Con todo, el concejal delegado de Urbanismo recuerda el valor de una actuación urbanística que cambia el concepto de Ciudad y, considera el edil, “moderniza Fraga” adaptándola a los estándares de poblaciones de su entorno inmediato: “Han surgido imprevistos. Se detectó una tubería de agua potable que tenía una fisura y generaba filtraciones y eso, sumado a las lluvias intermitentes de la semana pasada, hizo que se anegase el terreno y se generasen blandones en el asfalto. Podíamos esperar a que se secase el terreno o sanear toda la zona y hemos optado por lo segundo para adelantar tiempo y terminar entre hoy y mañana de asfaltar la rotonda y pintar. Esperamos que entre hoy y mañana se acabe. Pido disculpas por las molestias. La parte central de la Avenida y calles laterales se han completado en los plazos, pero en la rotonda han surgido estos imprevistos. Cuando la obra esté completada, que la gente opine y valore. En otras ciudades próximas se han realizado actuaciones similares que han generado molestias durante su ejecución pero cuyo resultado ha beneficiado a vecinos y comerciantes. Espero que en la Avenida de Madrid ocurra igual”.
Santiago Escándil, el Alcalde de Fraga, reitera las disculpas a todos los que hasta la fecha han sufrido la obra y apunta que, con los trabajos ya en su recta final, la cuestión es ahora aprovechar el potencial comercial de una vía que es herramienta de desarrollo económico. El peatón y el comercio, como en Huesca, Lérida y otras ciudades, salen ganando. Sobre el retraso, Escándil es claro: las obras, indica, sólo pueden hacerse de dos maneras: bien o bien: “Los retrasos tienen un porqué, pero lo importante es que estamos en la recta final. Pido disculpas a toda la gente que hasta ahora ha sufrido las obras, pero recuerdo que todos vamos a empezar a disfrutar su resultado. Las obras se hacen bien o bien. Antes, cuando surgían inconvenientes e imprevistos, se escondía lo que salía y no se afrontaban los problemas pero nosotros actuamos de otro modo aunque haya un coste político derivado del retraso. Las obras, al fin y al cabo, son para Fraga y los fragatinos y se deben ejecutar de la mejor manera. Lo importante ahora es aprovechar todo el potencial de desarrollo que genera esta vía. La peatonalización beneficia al vecino y al comerciante. En Huesca se está haciendo, en Lérida se ha hecho y son muchas más las ciudades que cambian su concepto con obras similares a ésta que ejecutamos aquí. Fraga va a contar con una avenida como merece”.
La reurbanización de la Avenida de Madrid es la principal mejora urbana del presente mandato. Sólo en la Avenida de Madrid se invierten unos 1,5 millones de euros que permiten convertir una vía de urbanismo obsoleto en un bulevar dotado de calzada central con dos carriles por sentido y aceras de unos nueve metros de ancho en los laterales. El Alcalde de Fraga Santiago Escándil destaca la importancia de una actuación que implica un cambio de modelo de Ciudad: “Convertimos una vía de urbanismo obsoleto en un bulevar de primer orden que es ejemplo para otras actuaciones similares planificadas en ciudades próximas”.
La Avenida de Madrid concentra hoy cerca de 70 comercios y en los inmuebles que la jalonan residen más de 1.200 personas. Cada día transitan por ella 11.000 vehículos y 5.700 peatones. El proyecto que dirige la reforma sustituye las aceras previamente existentes –de menos de tres metros de ancho- y las calzadas laterales con que contaba la Avenida por sendos espacios para el paseo de más de nueve metros y reserva en el centro de la Avenida espacio para cuatro carriles –dos por sentido- bajo los que, en un futuro y si la situación económica lo permite, se podrá habilitar un aparcamiento subterráneo. En la nueva Avenida, el peatón tendrá a su disposición un 55% del ancho total. Antes de la reforma, en la Avenida de Madrid se acumulaban hasta seis líneas de aparcamiento que sumaban unas 325 plazas de estacionamiento libre. Una vez se complete la reforma, en la propia Avenida quedarán unas 100 plazas reguladas mediante el sistema de zona azul, que garantiza la disponibilidad de aparcamiento, y en las calles adyacentes, quedarán a disposición unas 80. En total, los usuarios y vecinos tendrán a disposición en la Avenida y sus travesías unas 200 plazas a las que se deben sumar otras 270 ubicadas a menos de 200 metros del área de la Avenida y en las áreas de estacionamiento habilitadas en los últimos años. “El Estudio de Movilidad que encargamos nos indica que hay estacionamiento suficiente y que no es preciso habilitar un aparcamiento subterráneo bajo la Avenida como en principio se barajó, pero nosotros no nos olvidamos de esa obra. De hecho, la futura Avenida de Madrid se ha proyectado de manera que se pueda construir un aparcamiento subterráneo bajo la calzada en el futuro sin necesidad de dañar las nuevas aceras”, explica Francisco García.